jueves, 29 de julio de 2010

La década de los Beltrán Leyva en Nuevo León IV



Para Alfredo, donde ande.

Alfredo Jiménez Mota, joven reportero de El Imparcial de Sonora, fue desaparecido de manera forzada el 3 de abril de 2005 luego de publicar una serie de artículos sobre la operación de una célula de los Beltrán Leyva, llamada Los Números.

Uno de los documentos oficiales en los que se basó para realizar esos reportajes contiene una ficha de inteligencia sobre los hermanos Beltrán Leyva, a quienes en el mundo policial se les conocía como Los Tres Caballeros. Roberto no utilizó nunca esa ficha en sus artículos periodísticos publicados. No dejaron que lo hiciera.

A manera de recuerdo y homenaje a un colega, se presenta aquí de manera textual dicho informe, el cual permite asomarse a las redes que lograron tejer los hermanos Beltrán Leyva durante esta década.

Los Tres Caballeros

“Se dice que los hermanos Beltrán Leyva irrumpieron en la actividad del narcotráfico con Amado Carrillo Fuentes (a) El Señor de los Cielos, pero que a la muerte de éste se alinearon con Joaquín El Chapo Guzmán y Héctor Palma Salazar (a) El Güero Palma, volviéndose a unir a El Chapo tras su fuga en enero de 2001.

“Los Tres Caballeros presuntamente se posicionaron del sur del estado tras la muerte de Rodolfo García Gaxiola (a) El Chipilón en mayo de 1998, quien como jefe de la entonces PJF en Sonora brindó protección a la organización de los hermanos Arellano Félix; manteniendo como sede Ciudad Obregón, municipio de Cajeme, Sonora, desde donde supuestamente operan la recepción aérea de cocaína. Cabe señalar que Ciudad Obregón fue conocida como El Culiacancito, al haber sido refugio de narcotraficantes famosos, entre ellos Rafael Caro Quintero y Miguel Ángel Félix Gallardo.

“En forma paralela, trascendió que los hermanos Beltrán Leyva fortalecieron sus operaciones en la siembra de marihuana en el llamado Cuadrilátero del Diablo que conforman la región de la alta Sierra Madre y que cubre parte de los estados de Chihuahua, Durango, Sinaloa y Sonora. La droga presumiblemente es trasegada por la región de la sierra de Álamos, Sonora, con destino a la frontera norte del estado, principalmente Agua Prieta y Nogales, manteniendo para ello una numerosa red de burreros y narcotraficantes menores a lo largo del territorio sonorense.

“Los hermanos Alfredo, Amberto y Carlos Beltrán Leyva utilizan los seudónimos Arturo, Marco Arturo y Arturo de Culiacán, bajo los cuales son buscados por la DEA por la introducción de droga a Estados Unidos a través de aviones Velocity; de igual forma por la PGR como parte de la Operación Marquis. Cabe destacar que información periodística menciona que Marco Arturo Beltrán Leyva logró escapar de policías federales que lo esperaban en el aeropuerto de Monterrey, NL., por su relación con la familia Mendívil Gastélum y Octavio Mendoza, acusados de lavado de dinero.

“En informativos locales dan cuenta de que hay conjuntos norteños como Carlos y José, Sergio Vega, El Coyote y su Banda y Los Nuevos Cadetes de Linares que les cantan corridos a los hermanos Beltrán Leyva, que se han hecho famosos en la radio; incluso, algunos se aventuran a decir que los mismos amenizan grandes fiestas, donde participan como invitados especiales comandantes y agentes de la PGR.

“Los hermanos Beltrán Leyva han operado bajo la protección de las autoridades de los tres niveles de gobierno. Destacan los funcionarios incluidos en la administración estatal que inició actividades el 13 de septiembre de 2003, que en el pasado fueron asociados con el crimen organizado, como Roberto Tapia Chán, Director de la Policía Judicial del Estado (PJE) y Abel Murrieta Gutiérrez, Subprocurador de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE); quienes en el pasado coexistieron dentro de la PGJE y en diferentes tiempos fueron los responsables de la seguridad pública de Ciudad Obregón, Cajeme, Sonora, ayuntamiento en donde se reagruparon en el año 2000 siendo presidente municipal Ricardo Robinson Bours Castelo, hermano del hoy gobernador José Eduardo Robinson Bours Castelo.

“Delegación estatal, año de 2005, documento confidencial”.

Columna Historias de Nadie publicada en mayo de 2010 en Milenio Diario de Monterrey

www.twiter.com/diegoeosorno

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