viernes, 15 de abril de 2011

Contaminemos, contaminemos, que la vida se va a acabar

Carro repartidor de la empresa Corona, propiedad de una d l as mujeres mas ricas del mundo, de ascendencia española y casada con un ex embajador estadounidense, fumigando por la calle 11 y avernida H en Caborca, Sonora

No tendrá dinero? o es mas dura que la quijada de arriba o una piedra azul del río, como diría mi tata, parecía el temido viento negro pero pintado de azul, tanto que ganan enviciandonos estos cabrones

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Se admiten, madrazos, chingadazos si son justos y merecedores. Quien este libre de pecado que tire el primero