jueves, 14 de julio de 2011

Prácticas ilegales, inmorales y mañosas de cadenas comerciales


OXXOs, Ley, Aurrerá, Santa fé. Comercial mexicana, Soriana
No importa cual, su objetivo es chingar al comprador
Eduardo Ortiz León
Caborca, Sonora.- El comercio entendido como la actividad dirigida a vender o comprar cualquier tipo de artículos y géneros es una de las mas antiguas de la humanidad y nace desde el inicio mismo de la raza humana.
Desde el momento en que una tribu o persona empieza a producir excedentes en su actividad, ya sea la agricultura, la ganadería, la pesca o bien en lo individual.
Y a lo largo de los siglos esta actividad se va adhiriendo a reglas algunas por interés del que la lleva a cabo y en otras por necesidad del mismo comercio.
Entre las reglas que se deben de llevar al pie de la letra está el de servir al cliente de la mejor manera posible siguiendo la máxima popular de que el cliente siempre tiene la razón, claro está que con sus respectivas excepciones.
En fin  que el comerciante debe siempre de actuar con honestidad e interés de servir lo mejor posible a quien con sus compras le permite destacar en su actividad y por lo tanto crecer, claro que buscando siempre obtener una ganancia razonable, pues nadie trabaja gratis.
Teniendo siempre la vista en detalles como el hacer que el cliente vuelva a utilizar sus servicios en detrimento de otros competidores que realicen esta actividad.
Sin embargo en nuestro país el comercio no es visto como una actividad noble ya que toda empresa lo que busca ahora es ganancia sobre todas las cosas, en detrimento de los intereses del cliente.
Hoy en cualquier tienda de cadenas comerciales, el visitante al establecimiento como un cliente potencial y posteriormente como cliente cautivo debido a la buena atención y servicio, No lo que se busca es chingarlo a la primera y si vuelve pues que vuelva, sino habrá otros que lo hagan y se dejen su dinero.
Lo vemos desde que entramos a cualquier establecimiento, como, casi siempre un guardia estará ojo sobre ojo, sobre las personas que entren considerándolos potenciales rateros, en lugar de brindarles una sonrisa y frases de bienvenida, se les dejan caer miradas despreciativas, ya sea por la forma de vestir o por el aspecto de la persona.
Atrás quedaron los tiempos en que el cliente tenía siempre la razón y en que su visita era motivo de orgullo para el comerciante, por ser el preferido sobre otros dedicados al mismo negocio.
Ahora predomina el trato frio y distante para las personas conocidas o no, al visita ahora no es un privilegio y en esa media es la atención que se le da, hay que chingarlo parece ser la consigna.
En ese tenor es  que cadenas comerciales como Ley, Wal mart, Aurrerá, Santa Fe y otras como OXXOs, Extras, Circulo K, basan su atención a los clientes.
Ahora presumen de apoyar campañas altruistas, para asilos de ancianos, niños con cáncer, cuerpos de bomberos, con lemas apoya al redondeo y otras, pagando grandes y carísimos desplegados en periódicos, radio y televisión, pagando eso  con lo robado a sus clientes.
Y digo robo, pues eso es en realidad el que cuando  pagas  es raro te pregunten si aceptas o no el redondeo, en otras aún si dices no  lo hacen en realidad aplastando una simple tecla en sus cajas registradoras, ya que son instrucciones de los gerentes que las cajeras lo hagan, recibiendo estas los reclamos de los clientes que realmente son escasos esos reclamos, pues el carácter del mexicano es asi desprendido y dejar las cosas así nomas, cuando se trata de pequeñeces.
Pequeñeces? Quizás en lo individual pero cuando esto se hace colectivo y se junta son cantidades millonarias que los ´propietarios de esas cadenas usan y utilizan para engrandecer sus bolsillos y los de sus familias, mientras ellos se paran el cuello, sus trabajadores reciben salarios de hambre y miseria que solo les alcanza para lo mas indispensable.
No conforme con pagar esos salarios a los trabajadores todavía les dan horarios quebrados en que tiene que retornar a sus hogares o a donde sea necesario pasar las horas en paro mientras reanudan sus jornadas laborales para ahorrar un dinero que hace falta en casa, pues  tendrán que pagar dos o cuatro pasajes adicionales  que representan un buen porcentaje de sus ingresos.
Y para los clientes, se reservan campañas publicitarias llamativas y tramposas, como es el poner productos en oferta que no son necesarios o de primera necesidad, para que acudan a sus establecimientos y ya allí basados en estudios de mercado para que el cliente no se vaya sin dejar de comprar algo, el fin es sacarle lo mas que se pueda.
Ofertas de productos que se tienen en pequeñas cantidades  y decir es que ya se acabó, productos caducos o a punto de caducar, o compre tres y paga dos, y al final el cliente lleva cosas que nunca pensó necesitaría, pero que una vez en la tienda fue seducido por la forma el color o simplemente porque se antojó.
Y una vez en casa, si el establecimiento no tiene campaña de redondeo, de todos modos se lo hacen con el cuento de que no hay feria o suelto esto es los centavos que pasan de cifras cerradas, pensaron en que como son pocos el cliente no protestará aun y cuando es obligación suya y por ley  dar el cambio, pues para eso nuestra moneda usa las fracciones.
Sean centavos o pesos estos deben de ser aceptados pues son nuestra moneda y la ley lo establece así y no dice que cuando no tengan cambio el cliente debe de traer la cantidad exacta para pagar, es obligación moral y legal del establecimiento contar con cambio para dar su importe exacto al cliente y no es pretexto ni justificación el no tenerlo.
Nunca el redondeo es aplicado a favor del cliente pero si al suyo, entonces por eso digo el propósito fundamental es chingar, nunca servir como debe de ser en realidad.

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Se admiten, madrazos, chingadazos si son justos y merecedores. Quien este libre de pecado que tire el primero