domingo, 30 de agosto de 2009

El narcotráfico en Caborca, tolerado y auspiciado por autoridades



Eduardo Ortiz León

Caborca, Sonora.- Desde los años 70`s esta región ha sido considerada como plataforma para el envío de cargamentos de droga hacia los estados Unidos ya sea marihuana, heroína o cocaína, debido a su privilegiada situación geográfica y su orografía, por lo que el gobierno federal siempre ha mantenido en esta ciudad diversas bases para que corporaciones policíacas y el ejercito vigilen y combatan el tráfico de enervantes.
La situación privilegiada de Caborca, llevó a familias poderosas y jefes de carteles a situar también aquí sus bases de operaciones para dirigir los envíos de los alijos de marihuana principalmente, tráfico con el que hicieron grandes fortunas y construyeron emporios financieros, que contemplan inversiones en los mas diversos rubros, bienes raíces, servicios, entretenimiento, fincas ganaderas y agrícolas diseminadas por toda la geografía del noroeste del estado, principalmente en los municipios fronterizos desde Agua prieta a San Luis Río Colorado.
La mayoría de estas familias de conocidos apellidos a nivel nacional se hicieron del control y se repartieron las zonas para el recibir los cargamentos unas y para el cruce otras, pero con el surgimiento de nuevos grupos y la lucha por el control derivó en violentas disputas que han convertido a Caborca, Altar y municipios del río Altar en verdaderos campos de batalla, donde algunas disputas han sido fraticidas, o sea disputas entre hermanos con resultados fatídicos para todos, pues de un lado y otro caen abatidos por las ráfagas de sus armas y en ocasiones a también gentes que nada tiene que ver con estas luchas.
Entre la familias que disputan el poder casi todas originarias de Sinaloa, sobresalen los Quintero, descendientes y consanguíneos de Rafael Caro Quintero quien fue de los primeros en asentar aquí sus reales y de donde extendió sus redes hacia todo el país e incluso el país vecino, ahora opacados por grupos mas violentos que surgieron de sus propias filas, como son los Páez, los Payán y los Beltrán entre otros, ante la captura de Rafael y mas recientemente Miguel Ángel Caro Quintero, que aunque ya fue exonerado por el gobierno mexicano por sus delitos sigue encarcelado al ser extraditado hacia Estados Unidos.
Ahora hay actores nuevos y su ambición es ser los jefes y controlar la plaza desplazando a los primeramente mencionados, ante la modificación de fuerzas y jefaturas por la ruptura entre carteles nacionales y la irrupción de algunos nuevos como Los zetas y La familia, los enfrentamientos son mas frecuentes dejando atrás la época en que trabajaban coordinadamente respetando mutuamente los acuerdos, sin invadir la competencia de cada uno y sobre todo respetando a la población civil ajena a este negocio.
Ahora cada quien mira por si y derivado de las grandes cantidades de dólares, miles y cientos de miles que reparten entre las corporaciones policíacas con la amenaza de que no aceptar es ponerse contra ellos, su violencia y virulencia se ha incrementado al grado de no importarles matar inocentes pues saben que no serán jamás molestados al tener el control sobre las autoridades de todos los niveles y así lo dicen y manifiestan a los cuatro vientos seguros de su impunidad, seguros además de que esto no pasará mas allá por el temor y el control que se tiene también sobre medios de comunicación que por una u otra razón prefieren callar a ser victimas de la violencia en contra de ellos mismos o sus familias, y pasar así a formar parte de las estadísticas de crímenes no resueltos, sabedores de que al ser asesinado un periodista las autoridades solo cumplen con el expediente de abrir una averiguación previa al respecto para tan pronto pase el escándalo enviarla al archivo muerto.
En Caborca, esta situación ya ha rebasado todos los niveles de tolerancia tanto para la sociedad civil como periodistas que no debemos permitir sigan estos niveles de impunidad y que unos cuantos se erijan en dueños de vidas y haciendas como en el Porfiriato, escudados en el temor, es hora de hablar y hacerlo fuerte y claro que la voz de todos se escuche y los reclamos de justicia sean atendidos, eso solo lo podremos lograr unidos medios de comunicación y sociedad civil pues de las autoridades no es posible esperar nada bueno mientras siga prevaleciendo la protección a estos grupos por parte de las instancias encargadas de combatirlos.
Que se maten pero que lo hagan entre ellos y no sigan cobrando victimas inocentes, en estas fechas empieza de nuevo el ciclo de exportación de cargamentos de droga ante el termino de la cosecha en entidades vecinas y la nuestra también en sus serranías y de seguro iniciaran las vendettas por cargamentos caídos como le llaman o incumplimiento en el pago de los mismos, y por supuesto la lucha soterrada y pública que no para por el control de la plaza, y sobre todo para ver quien es el macizo y logra que en la jefatura de policía municipal se ponga a alguien afín a sus intereses en la PEI lo mismo y no se diga en las cabezas de las corporaciones federales, pero en los primeros dos casos sobre todo pues estos son piezas importantes en el organigrama de las nuevas autoridades a nivel local y estatal, puesto que en el nivel federal ya todo está arreglado desde hace tres años y en el local hay que empezar de nuevo sino es que ya se está comprometido desde antes de la elección con apoyos en la campaña, pues hubo dinero en exceso, superando en casi todos los casos los topes de campaña con dinero que nadie sabe y nadie supo de donde provino y esos lo manifestaron los dos principales partidos al acusarse mutuamente de excederse en sus gastos de campaña.

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