Eduardo Ortiz León
Caborca, Sonora.- En total contraposición a las leyes que protegen los derechos de las personas, los guardias de la tienda ley abusan y acosan de clientes en ese centro comercial.
Uno de los abusos mas frecuentes es que estos revisen corporalmente a clientes o los priven de su libertad en un espacio que tienen acondicionado para supuestos rateros, violando completamente y fragantemente las leyes constitucionales que hablan de los derechos de las personas a no ser molestado en sus bienes y personas si no es por orden expresa de un juez y por escrito.
Sin embargo el articulo que habla de este derecho se refiere a los actos de una autoridad y no a una caterva de individuos inconcientes y faltos de criterio que abusan y violan los derechos humanos de los clientes escudados en un uniforme y numero, por ordenes de los gerentes de estos centros comerciales.
Gerentes que al parecer no quieren clientes pues en toda persona ven un potencial ratero en lugar de una persona que va a dejar su dinero para que ellos perciban un sueldo.
El caso es que estos sujetos patibularios expulsados de corporaciones policíacas la mayoría, por actos contrarios a la ley cometidos por ellos, tan solo por sospechas se siente investidos de autoridad para atropellar a las personas sin que hasta el momento hayan enfrentado a una persona que conozca sus derechos para que los haga conocer la cárcel denunciándolos formalmente ante el ministerio publico por la violación a las garantías individuales que a diario cometen.
Un ejemplo de ellos es que este domingo que pasó intentaron detener a un cliente que iba acompañado de su esposa y dos pequeños uno de ellos de 2 o 3 años y otro de brazos, por el delito de haber dado a su hijo el mayorcito dos pistaches de un paquete el cual estaba abierto ya que el niño le pidió.
Para su mala suerte un sujeto de estos lo vio avisando a sus compañeros quienes le cayeron en la caja revisando su tickets cuidadosamente y al no ver pistaches en el se lanzó uno de ellos a traer un paquete el cual le querían cobrar obligatoriamente al triple de su valor, negando esta persona a hacerlo.
Entonces los guardias lo amenazaron con traer la policía y enviarlo a la cárcel, optando la persona por salirse de la tienda diciéndole que no lo pagaría, siguiéndole los guardias quienes al percatarse de que eran filmados por un servidor le bajaron a sus pretensiones para después retirarse.
Lo curioso es que el guardia que inicio todo se hizo ojo de hormiga desapareciendo de la escena mientras su jefe y otros dos guardias acosaban a la persona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se admiten, madrazos, chingadazos si son justos y merecedores. Quien este libre de pecado que tire el primero