No hay día en que por algún medio se denuncio el abuso de la fuerza y la aplicación de esta, de manera negligente e intencional en contra de inermes ciudadanos que nada tienen que ver con el crimen organizado como para perder la vida o ser afectados en sus bienes, propiedades e integridad física.
El caso mas reciente hasta el día de ayer el asesinato del Mario Eduardo Robles Gil, quien fue acribillado cuando agentes de todos los niveles buscaban a los asesinos del ex gobernador protector de mafiosos fue asesinado en su casa en la capital del estado que gobernó.
En el caso que nos ocupa esta región elementos de las fuerzas federales de apoyo desplegadas en la ciudad de Altar desde hace unos meses supuestamente para combatir y atrapar a integrantes del crimen organizado están convertidos en el terror de los habitantes y ciudadanos que se atraviesan en su camino al ser objetos de vejaciones y extorsiones por parte de los asaltantes con charola.
Son infinitas las quejas que se han presentado por parte de ciudadanos honestos que han sido desoídas por las autoridades, incluso el mismo presidente municipal ha alzado su voz pero estas han caído en saco roto pues los desmanes continúan.
Estos malandros, rateros y asaltantes encapuchados a diario dan que decir, desde el momento que no respetan leyes ni reglamentos como debe de ser, como es el circular en caravanas y de manera prepotente cuando vienen a esta ciudad estacionarse en doble fila, en lugares prohibidos y hasta en sentido contrario sin que por otra parte los agentes de transito les pongan también un alto tal y como lo hacen con todos los ciudadanos que incumplen con la ley.
Pero esas infracciones son minucias si nos vamos a hecho mas graves como son las extorsiones y malos tratos a los ciudadanos pacíficos, como cuando de manera arbitraria instalan retenes por la carretera internacional sin las mínimas medidas de precaución y alerta para quienes viajan por ahí, deteniendo por sus pistolas a los conductores que se les antojan pero que en estas fechas se han enfocado contra aquellos que conducen vehículos con placas extranjeras.
Lo anterior se observa a diario en las cercanías de Altar, principalmente en la gasolinera situada en la entrada norte donde un grupo de estos cabrones encapuchados sin gafete a la vista hacen detener la marcha de estos conductores para como si fueran agentes de la policía de caminos solicitar documentación de los mismos cuando claramente su función es otra y otro el propósito para el cual fueron destinados a esta región.
Mientras ellos se hacen pendejos en la población de Altar, sujetos con vestimenta similar a la de ellos y en vehículos lujosos con vidrios totalmente polarizados, casi siempre pick ups y SUV, se pasean a la vista de todos poderosamente armados y se instalan también a las salidas de la población o bien en las inmediaciones preferentemente en lugares altos para verificar quien entra y sale, pero caso curiosos ellos no los ven.
Toda esta actuación de las fuerzas federales de apoyo, hecha por tierra el esfuerzo poco o mucho que el agente del ministerio publico de la federación el Lic. Jesús Armando Avilez y agentes federales de la PFM, Federal de Caminos, BIA, como sus comandantes comisionados permanentemente realicen dentro de sus funciones.
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Se admiten, madrazos, chingadazos si son justos y merecedores. Quien este libre de pecado que tire el primero