lunes, 31 de octubre de 2011

En Sonora se incumple la ley. El resultado es que la poca rehabilitación que hay entra con sangre


Escrito por Juana María Olguín   
Lunes 31 de Octubre de 2011 09:30
No puedo sentir mayor contrariedad cuando sale como Cantinflas el secretario de salud a decir que habrá atención al problema de los adictos. El tipo miente. Por eso hoy como nunca le exijo que cumpla la ley 255 que data desde 2009.

Es tan frustrante que a diario nos propalen la especia de que faltan leyes, que es necesario que haya tal regulación par que se cumplimente tal o cual propósito de parte del Estado mexicano, nada más falso e inmoral. Que apenas en la secretaría de Salud se acaban de enterar que las presuntas cifras de enfermos de adicciones es del orden de los 83 mil 223 personas que abusan del alcohol y 311 mil 800 que son fumadores activos. Así sintetizan el problema en la materia ¿Y los cocainómanos? ¿Los usuarios de la marihuana, cristal y demás sustancias nocivas no cuentan o ya los dieron por muertos? El problema es que no hay programas de rehabilitación por parte del gobierno ¿alguien sabe por qué no?
A qué horas y en qué momento la dependencia que se erige toral en asuntos de atención de enfermedades desdeñó el factor rehabilitación de los adictos, salvo aquellos que van de “manera voluntaria” a atenderse al Hospital Carlos Nava y que por cierto tengan para costear los alrededor de mil pesos diarios que es la cuota que tienen que aportar para recibir el tratamiento.
De allí en adelante la tragedia de los familiares de drogadictos se convierte en el peor de los viacrucis, porque hasta que están frente al terrible problema es que se entran que no hay capacidad de atención en el único hospital que hay en Hermosillo; que no hay asistencialismo para ellos, es decir pagas, pagas o no recibes la ayuda médica; y mucho menos existen esquemas de apoyo post hospitalización, entonces el enfermo de drogas vuelve al barrio, refuerza sus lazos de amistad y vuelve a la enfermedad con aquella facilidad y entonces todo el esfuerzo sirvió para maldita sea la cosa.
Pues bien ante la ausencia casi total en materia de atención a adictos por parte del gobierno, fenómeno que por cierto es en toda la República mexicana, las familias al punto de la locura deciden ingresarlos a éstas “empresas” que operan ex adictos, que son llamadas de todas las formas y que no son otra cosa que las mismísimas puertas al infierno. Hablan de atención médica, de procesos de desintoxicación guidas  por especialistas, lo único que hay en esos lugares es abuso físico, psicológico y emocional.
Es entonces que empieza la otra dolorosa expresión de la desesperación, la familia sabe lo que ocurre con su enfermo y con el corazón desgarrado intentan sacarlos de esos sitios pero es como quererle quitar un pedazo de carne a un león hambriento y si me preguntan a todo esto que hacen las “autoridades” como siempre lo que les sale muy bien: Le hacen al tío Lolo, dan excusas es que allí, es que aquello, es que lo otro.
Hace unos días hubo un operativo para detectar personas adictas en la calle y que descubrieron a 5 taxistas que dieron positivo a uso de drogas, pero lo peor es que una docena se dio a la fuga a pesar de que habían entregado sus licencias de conducir y documentos de permisos para ejercer ese oficio. El problema de las adicciones es terrible, y si éste antidoping lo hicieran en un colegio de profesionistas, en una oficina tal o en una fiesta de la juniorada, a jijuela que sorpresas se llevarían muchos. Pero aquí estamos los ciudadanos pasmados viendo que quienes deberían actuar en atención a esta terrible dolencia social, dan palos de ciego e incumplen con una ley que data desde 2009 y que hasta ahora, maldita sea no se ha estrenado.
¿O acaso estos pasos tímidos recientemente anunciados por la secretaría de salud son en pos de desenterrar y desempolvar la citada ley 255? Participan que “homologarán” procesos de tratamiento a través de la certificación de los centros que prestan este servicio en la entidad.  Pero ¿quién carajos va a hacer lo que él otro hace?
Homologación dice el diccionario significa: 1.- Poner dos cosas en relación de semejanza o igualdad o considerar que se corresponden por tener una característica común o ejercer la misma función; 2.-   Verificar de manera oficial que las características de categoría y calidad de una cosa, como un producto comercial, se corresponden con la legislación vigente. ¿Cómo creen que podamos explicar a éstos funcionarios improvisados, ajenos a la grave problemática social de las adicciones que en esos tugurios de mala muerte que se hacen llamar “centro de rehabilitación” se vulneran todas las garantías de los seres humanos que llegan allí? Al final el resultado es miserable, ahora tenemos a un adicto rabioso por el proceso que vivió. Pero es cómo pedirle peras al olmo.
La ley que fue aprobada en el año 2009 y con fecha de promulgación el    9 de febrero de 2009 fue
publicada en el boletín oficial tiene vigencia a partir de ese mismo año pero del 6 de marzo. Que dice el marco jurídico en materia de esa enfermedad mental:
CAPÍTULO IV
DE LA ATENCIÓN A PERSONAS CON ADICCIONES
ARTÍCULO 18.- El modelo de atención de adicciones atenderá a los principios básicos siguientes:
I.- Es obligación del Gobierno del Estado brindar la oferta terapéutica la cual deberá ser accesible y diversificada, profesionalizada y de carácter interdisciplinar. Esta oferta debe hacerse a partir de los servicios de salud establecidos, de conformidad con la disponibilidad presupuestal correspondiente, con el apoyo de los recursos específicos que sean necesarios.
Se fundamentará en programas asistenciales basados en la persona como individuo y con flexibilidad de objetivos terapéuticos;
III.- Las administraciones públicas garantizarán la asistencia sanitaria y psicosocial de las personas con problemas de adicción y a sus familias, en condiciones de equidad con otras enfermedades; y
IV.- Los gobiernos estatal y municipales procurarán una provisión de recursos adecuada a las necesidades de asistencia y su integración, coordinación orgánica y funcional. Asimismo, podrán complementar la oferta pública a través de convenios y contratos con los sectores privado y social.
ARTÍCULO 19.- Los gobiernos estatales y municipales, en el ámbito de sus respectivas competencias, deberán velar por:
I.- Estimular la demanda asistencial y el contacto de las personas con problemas de adicciones con los mecanismos asistenciales;
II.- Impulsar los programas de inserción social como objetivo del proceso de atención, a través de la coordinación y el trabajo conjunto de los servicios asistenciales y de reinserción social;
III.- Dar asistencia y apoyo a las familias afectadas;
IV.- Mejorar los niveles de salud y de calidad de vida de las personas con conductas adictivas;
CAPÍTULO V
CENTROS DE TRATAMIENTO Y REHABILITACIÓN
ARTÍCULO 20.- Los programas de rehabilitación para los adictos serán con internamiento o de manera externa o mixta, considerando el nivel de atención, tipo de servicio, y la disposición de infraestructura con que cuente dicho centro de tratamiento.
ARTÍCULO 21.- Los sectores social y privado podrán prestar los servicios de tratamiento y rehabilitación de adictos, para lo cual deberán tramitar la autorización y el registro de funcionamiento de dicho centro ante la Secretaría.
ARTÍCULO 22.- Los programas de tratamiento para la rehabilitación de los adictos, no deberán contemplar acciones que atenten contra la dignidad y la salud de los adictos.
ARTÍCULO 24.- Los centros que operen en el Estado, podrán gestionar la participación de personal profesional para la asistencia médica, el tratamiento psicológico y social, así como para la capacitación ocupacional, para lo cual el Consejo promoverá la participación de profesionistas a través de la prestación del servicio social y de práctica profesional de los estudiantes y pasantes de carreras afines, mediante convenio que éste celebre con las instituciones de educación superior en el Estado de Sonora.
Para variar ésta ley es letra muerta en la entidad y el fenómeno adictivo crece a una velocidad pavorosa y esa es una enfermedad que se esparce en toda la familia y amenaza a la sociedad como nunca antes. Muchos creen que no hay que gastar un centavo en atender a estos enfermos, él problema es que ellos son una amenaza de muerte latente para el resto de la comunidad…Solo nos consuela pensar que ya falta poquito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se admiten, madrazos, chingadazos si son justos y merecedores. Quien este libre de pecado que tire el primero