Por : Reymundo Quiroz Salas
Hola mis amables lectores, que como estamos…pues bien, empiezo así mi columna, porque ya van varios días que muchos amigos y conocidos policías incluso nos hacen esta pregunta, quién sabe por qué, no lo sabemos pero si lo sospechamos y pues vaya que estamos obligados a darle explicaciones a usted que amablemente a diario nos lee…
Pues como decía San Pablo en esos pasajes bíblicos a principios de nuestra era cristiana: “Si no hablamos nosotros, hablarán las piedras” y eso está sucediendo: es que ya van dos días de que nosotros dejamos de escribir sobre los sucesos donde algunos policías municipales han estado golpeando y amenazando a transeúntes de aspecto transitorio, con el objetivo según sus díceres, para que no entren al área del centro comercial de Caborca y para que se animen “voluntariamente” a abandonar nuestra ciudad.
Pero en su poca capacidad para tratar estos asuntos o en abuso de autoridad, con toda la prepotencia y crueldad del mundo están tratando a esta gente sin importar su condición humana, son vejados de la manera más vil, no importando que sean residentes de esta ciudad porque no averiguan se agarran parejo, azotando sus debiluchos cuerpos con balas de gomas disparadas con esas poderosas armas de viento que tiran unas bolitas de plástico con pinturas, conocidas entre la chamacada como “gotchas”, impactos que les causan quemaduras y marcas en su piel, bueno cosas que ustedes ya han leído en este y más medios locales, amén de que ya antes habíamos hablado de estos y mas abusos.
Casualmente el día de los sucesos que derramaron el vaso porque segun denuncias recibidas ye tenian dias haciendolos y los indigentes se animaron a denunciarlos , la noche del 23 de noviembre llegó una patrulla de las que participaron en esas acciones, justamente aquí enfrente de donde están nuestras oficinas de redacción, y justamente como pudieron llegaron hasta aquí 4 personas de las golpeadas y al acercarme para preguntarles sobre sus acciones, les miré las pertenencias de uno de los denunciantes y varias cobijas y chamarras de las cuales les habían quitado a los reportantes antes de golpearlos e invitarlos “amablemente” a que abandonaran la ciudad, sabedores de que uno de los golpeados es colaborador y vecino nuestro desde tiempo uno de los policías al preguntarle sobre los hechos me dijo que él no sabía nada y que si quería las pertenencias de “Osvaldo”, que las tomara y se las diera, cosa que no hice, “dénselas ustedes le dije”, -“Mira me dijo, te voy a decir pero no me involucres, yo no quiero broncas, fueron ordenes del cabezón”, dijo. Y esa es la razón por lo que estos “indigentes” me nombraron en su denuncia como “testigo desprotegido” y aquí estoy como periodista dando a conocer los hechos que ya todo mundo sabe, pero por eso ahora nos traen como que nosotros somos los incitadores y culpables de tanto escándalo, por algo que no vale la pena, según dicen algunos seres que por sus intereses conviene echas “tierra al asunto” y aquí viene lo bueno….cabe hacer mención que el personal de contraloría en asuntos internos, nos pidieron amablemente que no tomáramos fotos, que no mencionáramos nombres de los involucrados, y conociendo nuestra actividad de periodistas, pues que no ahondáramos más para no entorpecer las investigaciones, cosa que hemos cumplido, y de los policías que nos declararon pidiendo el anonimato, les decimos que por ética profesional, una “fuente” de información se cuida hasta con la muerte si es preciso.
Pues resulta que ayer martes, algunos regidores se interesaron en el asunto y junto con el secretario municipal se trasladaron a la Dirección de Asuntos Internos A “apurar” el caso y como es de su competencia al integrar también en el Cabildo la Comisión de Honor y Justicia de la Policía Municipal, los cuales pidieron al director de Seguridad y al Secretario, algunas restricciones a los agentes señalados por los “Indigentes” mientras se resuelve el caso, y digo esa palabra entre comillas porque de “eso” algunos no tienen nada y algunos hasta residencia fija tienen aquí en Caborca, (y casualmente se dieron cuenta también de tres gentes más que fueron atacados antier por estos mismos “servidores públicos”)…Y que voy ahora miércoles al ayuntamiento y uno de esos regidores me dice que le apure al caso, que porque no le he presentado al M.P. (Ministerio público)…espera. espera , le dije, si yo no soy afectado ni yo soy representante de esas gentes, yo por esa casualidad que les comente párrafos arriba, me pusieron a un servidor como testigo además de que son gente conocida de nosotros y saben que nosotros ya hemos abogado por ellos en otras ocasiones, pues a quien más van a recurrir con esa confianza que nos tienen. El caso fue que en esa aclaración se les salió decir el Director de Seguridad marcos Preciado (ya conocido en los pasillos de la comandancia como el comandante “Gotcha” ) que aún defiende a sus muchachitos y les dice “que son puras mentiras de nosotros los periodistas, que ellos no fueron”… y ya aquí es cuando me llega, porque llevo dos días, recibiendo burlas por un lado y “porras” por otro, hasta de policías indignados también, porque por unos la llevan todos… ( Y mensajes raros también porque no decirlo, como medio amenazas, como medio sobornos y cosas de esas, que al final es puro “Bloff” queriendo amedrentar nomas)…y por esto como va: Yo solo quiero decirle al comandante “gotcha”, que nosotros no tenemos ninguna necesidad de mentir, ni somos culpables de nada, porque nosotros no lastimamos ni ordenamos lastimar a nadie, y que usted si ha mentido y delante de nosotros y funcionarios municipales que estuvieron esa noche de terror, en la que usted, llego con el rostro descompuesto y sorprendido de cosas que usted como encargado de la seguridad del municipio y de sus habitantes no puede o no debe de ignorar, además de menospreciar la humilde condición y actividad de “lavacarros” de estas gentes, y fue desmentido usted por el mismo afectado, y por el mismo doctor de medicina legal que se presento a dar fé de las lesiones y no le quedó más remedio de comprometerse a castigar a los culpables de esos hechos, porque así no iban a manchar sus 15 años de servicio vociferaba encerrado en su despacho y todos oíamos afuera, hasta lo que le dijo el ministerio publico que se presento ahí predispuesto para ver como salvaban esa situación, es por eso comandante que nosotros si podemos decirle a usted que es un mentiroso. Y para no seguirle manchando más “su 15 años de carrera”, pues lo invitamos a que por su “dignidad mancillada” por sus propios elemento, pues renuncie a su puesto y “san se acabó”, ya que vemos que es más fácil que usted abandone la ciudad (dicho esto con toda amabilidad) a que los indigentes que por años nos han acompañados lo hagan y de hecho así será.