Caborca, Sonora.- Cuando se comete un delito es justo que se detenga y castigue a quien lo comete, pero cuando la justicia actúa de manera parcial y bnbajo in tereses oscuros, esta es mala y merecedora de repudio.
En este caso como el que voy a comentar todo apunta para renegar y rechazar la aplicación de la ley, pues las dos partes en este caso tienen que ver con la ley, tanto el supuesto ofendido como los supuestos autores de la agresión.
Es conocido y del dominio público ue el nigeriano que se ostenta como propietario de la mina San Félix y principal accionista de la empresa que la explota Minerales La negra tiene desde hace tiempo varios procesos penales pendientes y que son manejados por el mismo juez que ahora gira orden de aprhenesión en contra de,Luis Fernando Leyva Ruiz, Luis Jesús Trujillo Acuña, Brenda Edith Marrujo Martínez y Julio César Gómez Santacruz.
La causa o delitos probables, asalto, robo con violencia ejecutada de vehículo de propulsión mecánica y asociación delictuosa, en perjuicio los dos primeros delitos del propietario de la mina y el tercero en agravio de la sociedad, si es así el juez o el ministerio público fallaron en algo, pues también según el relato de testigos y otras personas los supuestos asaltantes se ostentaron como agentes federales, entonces ahí les falta el delito por haberse ostentado como autoridades sin serlo, entre otros.
Hasta ahi todo bien, siempre y cuando se acredite que ellos son realmente los autories y nosean comot anto se ha usado en otros casos unos simples chivos expiatorios.
Pero es recto el proceder del juez? definitivamente que no, pues la justicia debe de ser pareja para todos y en este caso el empresario Kenneth Azuka, estafador, extranjero además, sin permiso legal de autoridades federales, según denuncias de sus oponentes legales, también debio ser detenido, pues este también cuenta con una orden de aprehensión vigente, toda vez que le fue negada la protección del amparo por un juez al cual recurrió y era su última instancia legal para poder evitar su detención.
Así que por lo pronto la justicia es violada, los derechos de la sociedad a la que alega el juez se ofendió, conculcados toda vez que un bribón pero con dinero sigue libre, protegido porque quien debe ser su deber aplicar la ley, sin distingos ni intereses ajenos a los que marcan los códigos civiles o penales en este caso.
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Se admiten, madrazos, chingadazos si son justos y merecedores. Quien este libre de pecado que tire el primero