Eduardo Ortiz León
Caborca, Sonora.- Literalmente un mar de gente acudió al panteón municipal a dar el ultimo adiós a los agentes Francisco Galaviz y Austreberto Barragán, asesinados en las primeras horas del Domingo por un grupo de sicarios fuertemente armados.
En el momento de su traslado al panteón municipal para darles cristiana sepultura más de un millar de personas se integraron al cortejo fúnebre hacia su última morada.
Llantos de familiares, y el incesante ulular de las sirenas de los vehículos policíacos hicieron que este corto trayecto fuera de intenso dolor y dramatismo para todos los asistentes.
Aunado a ellos las notas musicales del mariachi que acompañó al cortejo entonando canciones para los agentes caídos en su deber solicitadas por los familiares de Francisco Galaviz Torres.
Asimismo fue visible el pesar entre muchos de sus compañeros que realmente lloraron por el asesinato de estos dos policías, descansen en Paz, nuestro amigos Francisco Galaviz Torres y Austreberto Barragán Díaz.
Caborca, Sonora.- Literalmente un mar de gente acudió al panteón municipal a dar el ultimo adiós a los agentes Francisco Galaviz y Austreberto Barragán, asesinados en las primeras horas del Domingo por un grupo de sicarios fuertemente armados.
En el momento de su traslado al panteón municipal para darles cristiana sepultura más de un millar de personas se integraron al cortejo fúnebre hacia su última morada.
Llantos de familiares, y el incesante ulular de las sirenas de los vehículos policíacos hicieron que este corto trayecto fuera de intenso dolor y dramatismo para todos los asistentes.
Aunado a ellos las notas musicales del mariachi que acompañó al cortejo entonando canciones para los agentes caídos en su deber solicitadas por los familiares de Francisco Galaviz Torres.
Asimismo fue visible el pesar entre muchos de sus compañeros que realmente lloraron por el asesinato de estos dos policías, descansen en Paz, nuestro amigos Francisco Galaviz Torres y Austreberto Barragán Díaz.
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Se admiten, madrazos, chingadazos si son justos y merecedores. Quien este libre de pecado que tire el primero