jueves, 12 de julio de 2012

Hermosillo es otro pedo



Museo y biblioteca sede de Las horas de junio
Eduardo Ortiz
Hace uso días me llegó una invitación para asistir a un foro y talleres sobre auto protección a periodistas, el cual se llevaría a cabo en Hermosillo y se me solicitó confirmación. En un principio no sabía is podría ir o no, por lo que dije a la persona que me llamó que mas tarde confirmaba.
Como ustedes no saben, pero yo sí, los periodistas o reporteros, y mas aún, quienes pretendemos ser independientes y no contamos con un sueldo que asegure nuestras necesidades, andamos siempre a la última pregunta tapando un hoyo y abriendo otro, cuando no es la luz, es el gas, el agua, la comida, el teléfono o la  gasolina para nuestro vehículo con 20 o mas años de antigüedad, necesidades que padecen todas las familias mexicanas que como nosotros no tienen los ingresos necesarios o suficientes.
Bueno el pedo es que después de pensarlo y ver si podía permitirme ese lujo, al fin  confirmé que iría. Con la desición tomada, me dediqué a asegurarme de que así sería, buscando pues los recursos para poder cumplir. Llegando  el día de mi partida, al principio pensé en ir en autobús pues mi carrito además de viejo es fronterizo. Eso significa que no puedo salir o viajar en “el más allá” de la zona fronteriza sin un debido permiso el cual no puedo tramitar debido a que el bato que vendió mi carro no cerró el suyo ni lo ha cancelado a la fecha.
Sin embargo mi esposa me dijo que ella también iría, lo mismo que mi hija pues teníamos casi dos meses ya sin ver a nuestro hijo mayor quien trabaja y vive en Hermosillo, así que cambie de idea al último momento y nos acomodamos en mi tsurito partiendo la tarde del miércoles pasado, a las 4:00 de la tarde con un calorón de la chingada, como es usual en esa parte del país, pues era más económico llenar el tanque de gasolina que pagar tres pasajes ida y vuelta en el autobús. Así que ahí vamos, sin permisos y por una carretera donde evitamos el paso por la garita aduanal arriesgándonos a ser detenidos por una volanta de la fiscal y nuestro auto objeto de aseguramiento por evadir y violar la ley por culpa de ellos que por un pinchi papel que ya caducó se niegan a darme un permiso para internar temporalmente mi carro al resto del territorio nacional, así que es su pedo y también el mio, pero como dijo Pedro Pérez un amigo de allá del rancho, ni modo, pues.
Salimos a las 4:00 de la tarde. En una hora llegamos a la Y griega, como tenía mucha hambre llegué a un restaurate  para pedir un burrito de machaca que sé, son muy buenos, esperé como media hora y por fin tuve mi ansiado burrito que fueron finalmente dos y a solo 20 devaluados pesitos, para salir de inmediato y comer manejando.
20 o 30 minutos después, llegamos al entronque de la carretera costera el cual es un rompecabezas. Para quien no conoce señalamientos y líneas pintadas  de manera equivocada, si no te pones trucha lo mismo agarras, hacia Puerto Libertad que Puerto Peñasco o mínimo tienes que “desandar” 5 o 10 kilómetros. Esta vez no me equivoqué y en tres cuatrtos de hora pasamos por Puerto Libertad, unos 50 kilómetros antes de llegar, rebasamos una camioneta tipo “benz” muy sospechosa color  gris y vidrios oscuros que nos dejaba atrás a veces y otras la alcanzábamos hasta que unos 20 kilómetros antes de llegar a la calle 12 se  bajó en un camino de terracería y no la volvimos a ver, quitándonos el pendiente, pues es común que por ahí transiten malandrines, sicarios, moteros, secuestradores, robacarros y toda esa fauna que pulula como juan por su casa en esta región del estado, conviviendo con leyes y personas normales.
Ya para oscurecer llegamos al poblado Miguel Alemán donde por fin nuestros teléfonos pudieron tener señal. Hablamos con nuestro hijo, que en ese tramo de la Y griega; a la calle 12, nos había hablado unas cuantas veces ya que no tenía razón de nosotros. Dijo nos esperaría en la entrada del bulevar Quiroga pasando  el aeropuerto de Hermosillo para guiarnos hacia la colonia donde vive, indicaciones que seguimos. Ya siendo casi las 9.00 de la noche y después de cenar una pizza nos dispusimos a dormir, cansados y molidos, pero contentos.
Otro día a las 6.30 ya estábamos levantados, mi esposa para hacerle desayuno y tortillas de harina calientitas al hijo pródigo, unos huevos en torta y salsa también recién hecha. Yo para bañarme y enfilar rumbo a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, lugar donde se llevaría a cabo la inauguración del Foro y se expondrían algunas ponencias relacionadas con la defensa de los derechos humanos y leyes para la protección de periodistas.
La cita era a las 9.00 de la mañana, pasó media hora y en la mesa de los chakas que presidirían la reunión tan solo estaba Felipe Larios Gaxiola, quien tuvo la gentileza de invitarme en una silla de el extremo izquierdo. En el lado derecho el maestro de ceremonia que de vez en cuando se echaba un pequeño rollito.
Entre los 20 o 30 asistentes, miré dos o tres rostros conocidos, uno de ellos; José Guerra ex corresponsal del Imparcial en Caborca a quien saludé y me senté a su lado platicando sobre la situación actual de México.  Miré hacia atrás y observé al Arturo Soto Murguía, a quien también saludé brevemente, mejor conocido como “El zancudo” por el titulo de su columna. Por fin casi a las 10:00 de la mañana llegaron los chakas; Raúl Ramírez, titular de la CEDH; Emma Larios Gaxiola, desconozco si es hermana de Felipe, actual senadora por el Partido Acción Nacional; un representante de la fiscal de la PGR, quien se había comprometido a estar presente y también representante del sub delegado de la PGR y Ricardo González, de la organización Artículo XIX capítulo México, quien daría tres talleres para autoprotección de periodistas, lenguaje legal y no recuerdo que más, pues solo asistí al primer taller, las razones las expondré mas adelante.
Cuando llegaron no pude más que pensar; “hijos de su chingada madre, ni siquiera el puto presidente de los Derechos Humanos que está en su casa llega a tiempo ya me imagino a que horas se ha de presentar a sus labores diariamente si con un compromiso es tan impuntual”
Una vez acomodados y al haber sido presentados, se le dio el turno al de la CEDH y se confirmó lo que momentos antes en la red de Facebook comenté, de que estos cabrones solo están para tomarse la foto, hacer discursos pomposos y salir en la prensa pero nada hacen para remediar la situación del gremio; los mismos lugares comunes, las mismas palabras para cuando hay algo o sucede algo en contra, que había tantas  averiguaciones desde su llegada al cargo y todas recibidas y atendidas; bla, bla, bla, a pesar de que algunas estaban dirigidas contra el gobierno estatal, queriendo subrayar una independencia que no existe, la primera medida cautelar tomada en favor de un periodista a raíz de una agresión tanto para el como a su familia y las primeras leyes de protección emitidas en 2006 a raíz de  la desaparición del colega Alfredo Jiménez Mota, bla, bla, bla. Y al fin terminar  para que los presentes le aplaudieran su encomiable y fructífera labor que vale pa’ pura madre. Le comenté al Chapo Soto: “no le dará vergüenza al cabrón decir tantas mamadas y las cosas siguen igual, nomás se rio, creo que soy mas radical que él”
Siguió la intervención de Ricardo González, quien hizo algunas precisiones, cómo; más del 50 por ciento de las agresiones a la prensa provienen del estado sin importar colores partidistas, que la fiscalía especial para la atención de delitos contra periodistas carece de recursos y personal para investigar los mas de 100 casos de agresiones y asesinatos de reporteros, fotógrafos y directivos de periódicos, que además hay sub ejercicio del presupuesto, entre otras lindezas que me hicieron esperar terminar su intervención y retirarme pensando si no habría sido un error haber asistido. Me dije; voy a esperar a ese cabrón dela PGR y me voy, nada mas para ver que responde.
Llegó finalmente el turno de la PGR, cuyo nombre ni me acuerdo pero, tengo grabada su intervención que consistió tres cuartas partes en deslindarse, de no saber porque fue enviado, ya que quienes debebían haber ido no estaban;  y  sí, estaba claro el desagrado de su presencia ahí por que la fiscal andaba en Bélgica con no se que asunto de la PGR y el subdelegado sabe donde y la imposibilidad de su asistencia, o al revés, las razones y justificaciones de cada uno, quedando al final claro que no son mas que una bola de cabrones funcionarios turisteros e irresponsables que siempre le sacan al bulto cuando saben podrían toparse con situaciones incómodas como podría haber sido en este caso, al fin terminó su rollo, tome mi grabadora y me retiré pues pensé que las tres ponencias que se iban  a presentar no valían la pena pues solo podría escuchar y nada mas, decidiendo solo asistir al taller que se llevaría a cabo a las 4.00 de la tarde en el auditorio de la Universidad Kino, allá por el rumbo del Coloso, en el otro extremo de la ciudad.
Además algo ya había prendido en mi la  semillita de la vagancia y aprovechar mi estancia en algo que no es frecuente hacer en mi ciudad. El ambiente cultural tan variado y excitante en una ciudad como Hermosillo aderezado con un plus, resulta que  anualmente  celebran en la ex naranjera ciudad un evento muy importante llamado Las horas de junio, reunión de escritores, poetas, fotógrafos, cineastas, editores y músicos que leen, declaman, presentan sus obras y sobre todo se conocen o rencuentran algunos conocidos de otros eventos similares.
Para eso, ya había llamado a unos amigos con ideas en común y gustos similares para encontrarnos por ahí y platicar, pues que mejor que la sede del evento el museo y biblioteca de la Unison, alma mater del estado, asi pues que en punto de las 13 horas, llegué a las escalinatas del edificio donde quedé en ver a Loncho, así le digo yo, en Hillo lo conocen por Choin, su nombre Alonso Castillo, un excelente fotógrafo al que le han publicado trabajos en diarios como el Washington Post y corresponsal de la agencia Reuter en Sonora, para asistir a una mesa donde estarían editores independientes encabezados por Mauricio Bares al parecer un grande de entre los editores independientes. Yo desconocía su historia y currículo pero Loncho lo quería entrevistar para un proyecto que trae entre manos con algunos amigos; una radio por internet, y quería incluirlo en la primera emisión que será estos días.

Me sirvió ya que encontré una alternativa para editar o publicar mis loqueras ya sea por mi cuenta o enviarles a esos editores mi material a ver si les interesa y sale algo, pues Mauricio Bares me pidió que le enviara mis textos para analizarlos.  Le prometí que así lo haría, pero la rapidez o tardanza en que esto se haga, depende de mi correctora estrella; voluntaria por voluntad propia, ya que de dinero siempre ando a la tercera pregunta y a la cuarta ya no me acuerdo, Sury Lecona.                                                                                                                                                      Mauricio Bares y la mesa de editores independientes(foto)
Mas tarde después de salir del taller de protección y autoprotección donde solo acudimos tres o cuatro que nos autonombramos periodistas el resto académicos y estudiantes donde se nos orientó sobre que medidas tomar en caso de amenazas o indicios de que alguien puede intentar hacernos daño. Salí chicoteado otra vez al museo para encontrarme con los amigos, topándome con Carlos Sánchez, escritor, reportero, fotógrafo y buen camarada, después del saludo y una breve charla mientras un bato declamaba un poema de su autoría el cual me gustó bastante, que hablaba de un compa que en el rigor del extremista calor, desea una caguama bien helada y sueña y quiere llorar por la novia, por el calor por las calles de esta ciudad ardiente. Culminó arrancando una nutrida dosis de aplausos, alimento para el alma de quienes sabemos que escribir no deja para vivir.
Luego nos dirigimos a otra sala donde  se presentó Gerardo Enciso, trovador rockero,  compositor, excelente guitarrista quien ante un pequeño pero selecto auditorio fue desgranando sus poemas hechos canción, acompañado de otro no menos excelente guitarrista de la escena local.
Gerardo Enciso,su actuación en Horas de junio
Por cierto, apenas hoy lunes 25 de junio terminando con esta mi crónica me enteré que Enciso y Krizto Lezama originales músicos hermosillenses del circuito de bares y cantinas frecuentados por la intelectualidad hermosillense, sufrieron un accidente.  Desconozco si fue al ir o venir de San Carlos donde se daría con broche de oro el cierre de “Las horas de junio” que este año rindió homenaje al gran escritor Emmanuel Carballo. Afortunadamente, sus lesiones serán superadas, parece que sólo fueron una serie de fracturas, aunque para ello, también se requiere de la solidaridad. Compañeros escritores y periodistas están solicitando apoyo para los gastos que se presenten para su tratamiento y recuperación. Si desean ayudar contacten a Adriana Manjarrez, activista y promotora cultural, pueden contactarla en FB o bien depositar en las siguientes cuentas: Adriana Manjarrez Peñúñuri
‎(tomado del muro de Teatro Diana)
Se solicita apoyo para pagar atención médica de los cantautores Gerardo Enciso y Kristos Lezama, quienes sufrieron un accidente en carretera y están hospitalizados en Guaymas, Sonora.
Gerardo tiene huesos rotos y espera valoración médica para ver si lo operan; Kristos tiene fracturada la cadera. La cuenta para depositar es:
1.-HSBC 4027596261 a nombre de Gerardo Enciso Cabral.
2.-(Para Kristos) HSBC 4016735813, a nombre de Roberto Canales Sánchez León. Si realizan un depósito favor de avisar a roberto@ro75.com, monto/hora/fecha.
Cualquier cantidad es significativa. Gracias.
Por favor compartan la petición de apoyo! Gracias!!
Bien, después de la buena obra, sigo con mi rollo. Una vez terminado el concierto de Enciso, cenamos ahí mismo a un costado de esa sala, luego de dos vasos de cerveza de a 10 pesos cada uno, de esa de barril bien helada, en pequeños grupos se fue desgranando la mazorca, optando la mayoría por ir a la bohemia , previo pase de voz, una bar-cantina típico y de tradición en la capital pegado casi al palacio de gobierno.  Ahí recalamos el Loncho y yo, en la puerta nos encontramos con Mauricio Bares y un pequeño grupo de sus amigos, que se habían ido a patín, no supimos que andaban a pie por lo que ni pensamos ofrecerles raite, de todos modos no habrían entrado todos en el Tsuru. Cobraban 20 pesos de cover para  cooperación de  no se que causa, yo no pague, era invitado, y tampoco traía efectivo así que me dispuse a gorrearle toda la noche al Loncho.
Ana Carrera o Mercedes Alvarado, leyendo sus poemas en La bohemia bar
Adentro en el espacio al aire libre para fumadores estaba a reventar así que cogimos sendas sillas y optamos por acomodarnos al pie de las bocinas del grupo Guaje colectivo que amenizaron el ambiente casi toda la noche larguísima y corta a la vez por la alegría y el jolgorio.
Al fin, después de las 2:00 de la mañana nos empezaron a correr, se formaron grupos y algunos se iban a sus respectivos hoteles el suites Kino casi en su mayoría de los que ahí andaban, otros a casa de amigos como el formado por Enciso, María Cabral, Victor Hugo Barrera, que al parecer se fueron a casa de María quien desde tempra, había invitado; Otro formado por Alonso, Rodrigo Solis, Paco, amigo de Alonso optamos por irnos a un lugar clandestino donde según Paco “había de todo” y según sus palabras ahí recalarían la mayoría de los asistentes a La bohemia esa  noche. Pues que  nos vamos, llegamos, bebimos, platicamos y la noche se hizo día, mi carro se enllavó por culpa del Alonso, batallé más de una hora para abrirlo, pero al fin lo hice. Mi esposa llame y llame, con amenazas de por medio, llegué a casa, me creyó lo de la puerta, dormí, dormí, dormí y no me levanté para ir al resto de mis talleres que tanto me interesaban, pero lo bailado nadie me lo quita por eso digo: ¡Hermosillo es otro pedo!