Eduardo Ortiz León
Caborca, Sonora.- Eran aproximadamente las 5.30 de la tarde en casa de la familia del niño Ángel Gabriel Segundo de la O , cuando un llanto del pequeño y el ladrido de un perro furioso, se dejan oír de manera simultánea.
De inmediato, una integrante de la familia sobrina de la madre del pequeño, corre hacia el patio para encontrarse con un cuadro de horror, el perro que hace unos años regalaron al hermano de su tía, tenía entre sus fauces la cabecita del niño de apenas un año y medio de edad.
Sin medir consecuencias la jovencita, acude y arranca al niño de las afiladas garras y boca sangrante del animal enfurecido quien ya un año antes había realizado esta misma acción según cuenta la Señora Migdalia de la O.
Como pasó, le pregunto una vez enterado de que el niño está mejor, al que había visto el día anterior en el hospital de Caborca, con las feas heridas provocadas por el feroz can en su cabecita.
No se, dijo la señora, solo que mi sobrina se lo quitó y arrancamos al hospital donde se le curó y atendió.
Ese día que vi al pequeño Ángel Gabriel, estaba acompañado de su hermana quien lo cuidaba, a quien le dejé mi tarjeta para si querían platicar su experiencia para ejemplo de otras personas que puedan estar en situación similar, al tener en casa un perro que en un momento dado, por las causas que sean pueda agredir a un miembro de la familia.
Ya por la noche, recibí una llamada y era la joven hermana del niño, quien decía que su madre aceptaba la entrevista y quería platicar conmigo sobre el tema.
Acudí y la señora Migdalia esperaba, en la banqueta frente a la puerta de su casa, de una mañana lluviosa, fresca y agradable, cosa rara aquí en nuestra ciudad, donde nos tocó que vivir y que aunque no nacidos aquí ya aprendimos a quererla a pesar de lo extremosos de su clima, característico de las regiones desérticas.
Esta señora me cuenta que a su hermano le regalaron el perro de pequeñíto hará unos cuatro años y que ya hace un año había mordido al hijo de una sobrina que vive en Sonoyta que vino a visitarlos.
Si ya había pasado esto, porque no se hizo nada, le digo, pues porque no supimos que hacer, luego mi sobrina no quiso denunciar ni nada pues tuvo temor de que echaran a la cárcel a mi papá, pero ahora si, dice sollozando, yo no lo quiero aquí.
Y agrega, les dijimos en el hospital y nos dijeron que van a esperar 10 días, mientras para observarlo y asegurarse de que no tenga rabia, mientras lo tenemos en una jaula, parece estar tranquilo pero ojalá vengan luego por el.
Sabe usted, que en San Luis Río Colorado, hay un escándalo porque el presidente municipal, ordenó sacrificar perros callejeros? No, NO HE OIDO NADA, CONTESTA.
Pero yo si quiero decir, a las familias que tengan perros y mas de estas razas así como pitbull, que no los tengan, son muy peligrosos, sobre todo si tienen niños pequeños, yo casi perdía a mi niño y no se lo deseo a nadi, dice otra vez entre sollozos.
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Se admiten, madrazos, chingadazos si son justos y merecedores. Quien este libre de pecado que tire el primero