Ramón Eduardo
Ortiz León
Estuve ciego y
miraba
Estaba sordo y
escuchaba
Estaba mudo y
hablaba
Estaba insensible
y sentía
30 años de mi vida
perdidos
30 años de mi
vida tirados
Hoy cuando la
muerte se acerca te conocí y me duele
Me duele por ti
por mi
Por ti porque llego tarde
Por mi porque
llego tarde
Y no es posible
quererte tanto
Como para vivir
sin verte
Como para vivir
sin tocarte
Como para vivir
sin hablarte
Como para vivir
sin olerte
Como para vivir
sin dormir contigo
Como para vivir
sin soñarte
Como para vivir
sin decirte a diario te quiero
Como para vivir
sin decirte a diario te amo
Como para vivir
sin decirte a diario te adoro
Como para vivir
sin decirte a diario te extraño
Como para vivir
sin decirte a diario ven
Quiero decirte que
te amo y sin ti no puedo vivir
Estoy triste
Estoy enojado con la
vida
Por ser tan cruel
y desconsiderada
Esa suerte me jugó
una mala pasada
De haberte tenido
entonces
Cuando mi vida
empezaba
Que no habría
hecho por complacer
el mas pequeño de
tus caprichos
el mas pequeño de
tus deseos
Quisiera volver el
tiempo
Mas esto es
imposible
Ahora solo queda
amarte
Y verte de lejos
En el espacio y el
tiempo
Porque?
Tu lo sabes
Yo lo se
Ellos lo saben
Y tambien lo saben
Dios, el diablo y
las hadas
Eres tan dulce,
tan tierna, tan bella
Que mis ojos se
estremecen de placer al verte
Y mi corazón hace
pum y se detiene
Vuelve a andar y
yo estoy muriendo
Demasiado cansado
y atiriciado
Para luchar por ti
Y que tu te
acerques a mi
Deseo tenerte y
que un día te acurruques junto a mi
Mis brazos abrazándote,
acariciándote mis manos
Y mis piernas
enroscadas alrededor de tu cintura
Los dos siendo uno
Mi aliento
calentando el tuyo
Tu aliento
calentando el mio
Tus cabellos
olorosos a pino
y al olor de las
montañas
Los montes, los
ríos, el mar
Que fuera de mi
vida si te hubiera conocido?
Yo habría logrado
ser
Lo que siempre
quise
Hoy solo soy nada
Yo habría hecho de
mi vida una locura
Y en esa locura
estarías tu,
siempre tu
Bella, sonriente y
alegre
Con esa alegría
que hoy te veo
Me cantarías canciones
Y yo que no se cantar
Cantaría contigo
Veríamos juntos el
amanecer
Algunas veces
bichis tomados de las manos
Otras abrazados
dándonos calor
Y otros envueltos
en una frazada en la tierra
Para darnos calor y
soportar el frio
Que la noche trae
en las horas de invierno
Algunas veces
dormiríamos tarde
viendo al luna y
el cielo estrellado
y no habría día en
que no te despidiera con un beso
no habría día en
que no despertaras con u beso mio
sobre tus labios
rientes por haber soñado
y después iría a
traerte un café y juntos los dos
platicaríamos de
cosas sin importancia
de los perros qu
tanto te gustan
de todo
menos de nada
Es tanto lo que te
quiero
Que deseo verte
tan solo una vez
Y eso será
suficiente
Después
¿que importa la
muerte?
Te quiero
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Se admiten, madrazos, chingadazos si son justos y merecedores. Quien este libre de pecado que tire el primero