Ramón Eduardo Ortiz León
18 de agosto 2016
Hasta que mis dedos se cansen
Mi vista me duela
Y mis ojos se cierren de sueño
Escribiré esta noche
Sin temor al regaño
De quien ya no està
Y la palabra llegue
Al corazón de ustedes
Escribiré esta noche
Hasta que duela
Y el dolor sea menos
Por eso mismo
A quien lo lea
que su alma llore
Junte a la mia
Por esos que se marcharon
Y nunca volvieron
Por esos que hoy sus madres les lloran
Sus hermanos, sus hijos, sus mujeres,
sus novias, quien les ama
y esperan siempre
Verles cruzar la puerta del hogar
Escribirè del amor mas grande
El de la madrecita sola y triste
Que desolada dice
Ya se los entregue a mi tatita
Y un día espero verles
Allá donde ellos estén
Escribiré esta noche
Por ellos que buscando vida
Encontraron muerte
En un matorral de hediondillas
O el tronco de un mezquite que amoroso
Les dio su sombra
Cuando sus pies cansados
después de soltar carga de esperanza
No pudiendo mas con el morral
Y el galón vacío
Se dejaron caer para no levantarse mas
Que pensarían no lo se
Solo se que ellos no eran culpables
De ser pobres,
y sus miserables vidas
De sus esperanzas rotas
Y buscar siempre buscar
Lo que el trabajo que dicen digno
No les daría jamás
Comida
harta para sus hijos
Sus padres
Sus abuelos
Ropa nueva para estrenar
Zapatos nuevos para pisar
Su tierra, su milpa, su hogar
Y las calles del pueblo añorado
Escribiré esta noche del amor perdido
Que hace tiempo busco sin encontrar
Otra cosa que el olvido
Escribiré esta noche de mi vagar
Pretendiendo dejar huella en la
memoria
Con palabras que se escapan
Y silencios que se quedan
Allá donde nadie ve
Allá donde nadie oye
Allá donde a nadie le importan
Allá donde no hay nada
Allá
donde no existo
Allá donde hasta el mas fuerte llora
Allá donde una piedra
Marca el adiós definitivo
En cualquier lugar en cualquier parte
Escribiré esta noche
Porque nadie sabe
Si verá el sol de nuevo
Lejos o cerca de la patria y de sus
gentes.
Y quizás un dia alguien lea mis palabras
Volviendo a vivir en la memoria
Y conmigo los que se fueron
Sin mas que desear volver
Un dia a sus casitas
Quedando en cambio
Sus restos insepultos
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Se admiten, madrazos, chingadazos si son justos y merecedores. Quien este libre de pecado que tire el primero