Anoche soñé que vertía mis versos en un recipiente cóncavo y que era como atesorar el alma del hombre sabio que duerme bajo las estrellas.
Anoche soñé que pisaba el centro de la tierra y que hablaba con las nubes. Caía y me levantaba y con todo y golpes pretendía ir del centro de la tierra al cielo, más arriba de las nubes, y recorrer con esa enorme estatura ríos, flores, hierva salvaje, anchas cascadas, ahuehuetes; familiarizarme con el aleteo de las mariposas y con el canto de los cenzontles; con la lluvia mojando mi cuerpo y el lodo moldeando mis pies.
Anoche soñé que abría el alma, la dejaba espaciosa como muros desnudos, techos altos.
Anoche soñé que mis emociones entraban y salían por anchos ventanales.
Anoche soñé que cuando pisaba la tierra, ésta destilaba un olor a humedad que me causaba orgasmos.
Anoche soñé que lo mejor de todo es que no hay culpas porque nadie me dijo que en este vasto universo en donde existen otras cosas más lindas, uno se empeña en elegir las peores, como eso de querer ser poeta.
Anoche me soñé enredada y juzgada entre un juego de palabras y me dolió el enjuiciamiento pero seguí soñando.
Anoche soñé que mis palabras se evaporan y se hacen sombra, y lloro y lloro como una niña sorbiendo toda el agua de mar y sin importar que me escurran los mocos.
Anoche soñé que el aire de algunos otros me sofoca porque irrumpe con arrogancia, y cuestiona mi palabra, y la hace ausencia en un instante, sollozo atrapado en el alma.
Anoche soñé que mi alma se convirtió en sábana blanca y almidonada que espera la mancha de tinta roja que descubre mi feminidad, esa feminidad que se niega a ser feminista, que sucumbe ante la palabra que se desborda y se hace río, vereda, huella de lodo, camino de palabras, vuelo, señuelo, danza de noche, insomnio bajo cielo, nubes, llanto de ideas, bosquejo de estrellas, huracán, gota de agua, brisa de letras escritas sobre vino, viento, ojos de canto leyendo flores, cenzontle que sopla, luna, entonación, alma desnuda, música de viento, escribana sin ritmo, día, olor que ve, besos que cantan, caricia de viento, oídos que escriben, sinestesia cansada, poeta, vibrar sombrío, latido de alma, ritmo nocturno, trozo de girasol, sentimiento desnudo, explosión de palabra...sólo es el caminar de una mujer sobre su propio sueño, así como ir sobre las vías del tren hacia el cielo.
Segurito que fue por el mezcal porque éste no emborracha, te pone mágico...eso dicen.
Irt-viernes 10 de junio 201
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Se admiten, madrazos, chingadazos si son justos y merecedores. Quien este libre de pecado que tire el primero